Estimados sibaritas.
Con la boquita abierta se ha quedado la redacción al
completo de Sibarismusic tras asistir
al concierto de esta gran banda, que nos ha arrollado mientras babeábamos extasiados…
Por ello, y emulando a nuestro querido colaborador Musical
Gourmet que regularmente nos regala originales maridajes entre música y cocina
en su interesante sección “Recetas musicales”, hoy os proponemos un ejercicio
imaginativo sólo indicado para vosotros, fanáticos de la música .
Intentad imaginar la banda perfecta. Una que incluya todo
lo que os gusta de la, para muchos, mejor época de la música popular del siglo XX (décadas de los 50, 60 y 70). No, no me digáis los Beatles, vamos a intentar ser un poco más originales.
Vamos a intentar cocinarla...
Ingredientes:
Vamos a intentar cocinarla...
Ingredientes:
-
Unas cucharadas de rhythm
and blues al estilo de Lavern Baker o Ruth Brown.
-
Un vasito de puro rock
and roll al estilo de Little Richard o Chuck Berrry.
-
Unas pizquitas de rockabilly marca Dale Hawkins o Gene Vincent.
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Unas hojitas de una plantita verde que me han prestado,
que me han dicho que se llama ska, rocksteady o reggae.
-
Un kilo de potente y pesado soul del sur, al estilo de
Stax o Muscle Shoals.
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Dos guindillas picantes, con la fuerza y la energía de
Etta James o Aretha Franklin.
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Un pescado pantanoso, como el rock and roll de Creedence Clearwater Revival.
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Un espumoso cava de burbujeante funk.
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Un vino peleón, como el hard rock de Led Zeppelin o AC/DC.
Y todo ello removido por una fantástica sección rítmica, creando algo
totalmente diferente a lo anteriormente escuchado.
Elaboración:
A que sería fantástico poder cocinar algo así. Pues ya no
hace falta, porque ese apetitoso plato, o algo parecido, ya existe y lo podemos encontrar en
nuestra tienda de discos favorita o, lo que es mejor, haciendo una gira por nuestro país. Los redactores de Sibarismusic pudimos disfrutar de este sabroso manjar musical el pasado miércoles 27 de noviembre en la sala Loco club de Valencia y, pese a
que no nos quedamos con hambre, artísticamente hablando, nos quedamos con ganas
de repetir.
Desde el principio el atuendo de Nikki Hill (una de las grandes promesas de la música negra actual), ataviada con una camiseta de los AC/DC, nos dejó bien claro que aquello no iba a ir sólo
de música soul, y que la fantástica banda que le acompañaba, capitaneada por su
marido y guitarrista Matt Hill, iba a deleitarnos también con una maravillosa muestra del más puro rock and roll.
Esto empezamos a compobarlo con la
interpretación de algunos de los temas de su primer LP, como "I´ve got a man", en el que
la potente y "fogertiana" voz de Nikki se adaptó perfectamente al rock pantanoso (heredero de
Creedence Clearwater Revival) que interpretó la banda, así como en
"Strapped to the beat", rock and roll de corte clásico en el que la cantante
realizó una de sus más enérgicas interpretaciones, recordando a la mismísima Ruth Brown. También fue fantástica la
revisión del tema de Chuck Berry "Sweet little rock and roller",
donde Matt Hill imitó a la perfección al músico de St. Louis en el increíble
solo de guitarra.
Contundente sonó también la canción que abre su primer Lp, "Ask yourself", con un ritmo de batería que nos recordó al de conjuntos
de rock instrumental como los Ventures o los Surfaris, pero con una
interpretación, por parte de Nikki, y unos riffs de guitarra que nos
transportaron a terrenos más cercanos al soul o al funk.
Y es que, obviamente, en el concierto de una intérprete
negra que, como tantas otras, tuvo sus primeras experiencias musicales cantando
en coros de gospel, no faltaron también excelentes ejemplos de música negra
estadounidense. Entre ellos, las más que aceptables versiones de hitos del
rhythm and blues, como "The girl can´t help it" o "Slippin´and Slidin´", ambas compuestas por Little Richard.
También pudimos escuchar excelente música soul, como la
contenida en tres de las mejores canciones del Lp de presentación de Nikki
Hill: "Gotta find my baby", "Don´t cry anymore" o "I
know (You don´t love me no more)".
En la espléndida interpretación en directo del tema
"Gotta find my baby" (tema que gira en torno a la obsesión de una
mujer por recuperar de nuevo a su pareja, que ha abandonado el hogar) la banda
sonó realmente bien, con un compacto sonido que nos recordó al maravilloso soul grabado en los años 60 en el sur de los Estados Unidos, y con una Nikki Hill realizando una prodigiosa interpretación con
ecos de Aretha Franklin. De manera casi mágica, la canción acabó convertida
finalmente en un tema ska o rocksteady, demostrando la gran versatilidad de
los músicos.
Otra maravillosa canción que nos trajo ecos del soul
registrado en míticos estudios como Stax o Fame fue la balada, acerca de las
rupturas, "Don´t cry anymore", también incluida en el primer LP de la
cantante. La interpretación de Nikki fue simplemente sublime, sonando tan bien
como cualquiera de las "grandes" de la historia del soul como, por ejemplo, Etta
James, pero con una voz propia y reconocible, demostrando que ha sido capaz de interiorizar las influencias sin copiar al pie de la letra. Por poner un "pero",
diremos que echamos algo de menos a la fantástica sección de vientos que suena en el disco.
Destacable fue también la versión del tema "I know
(you don´t love me no more)", editado por la cantante de Nueva Orleans
Barbara George a finales de 1961, en el sello AFO (All for one). Los presentes
pudimos disfrutar de una versión mucho más potente que la original, con mayor protagonismo de
las guitarras (sustituyendo los solos de trompeta por punteados de telecaster) y con unos coros, y una interpretación por parte de Nikki Hill, que poco
tuvieron que envidiar a los de la versión de Barbara George.
Tampoco defraudó la interpretación en directo de la
estupenda y bailable "Right on the brink", un maravilloso tema soul que flirteó con el funk y que sonó realmente bien, convirtiéndose en uno de los momentos más destacados del concierto. De nuevo intachable la interpretación de Nikki, acompañada en este caso de los limpios guitarreos funkies de Matt Hill y de una maravillosa
sección rítmica cocinada por Ed Strohsahl (bajo) y Joe Meyer (batería).
Y qué decir también de la versión de "Shout Bamalama", una de las primeras grabaciones del genial Otis Redding, que, aunque no fue el tema más destacado de la noche, por su mera inclusión en el repertorio de la banda es digna de reseñar, ya que habitualmente los valientes que se atreven a versionar al genio de Georgia suelen hacerlo interpretando otras canciones más conocidas.
Y qué decir también de la versión de "Shout Bamalama", una de las primeras grabaciones del genial Otis Redding, que, aunque no fue el tema más destacado de la noche, por su mera inclusión en el repertorio de la banda es digna de reseñar, ya que habitualmente los valientes que se atreven a versionar al genio de Georgia suelen hacerlo interpretando otras canciones más conocidas.
Pero, sin duda, el broche de oro al maravilloso concierto, de casi dos
horas de duración, lo puso la incendiaria interpretación del tema de AC/DC "Whole lotta Rosie", con un
pletórico Matt Hill ametrallándonos con sus riffs hardrockeros y una sublime Nikki Hill sonando como
un maravilloso híbrido entre Etta James y Janis Joplin, lo cual provocó en nuestro organismo una inmediata descarga de endorfinas.
Estoy seguro de que la mayoría de los que abarrotaban la sala Loco Club de Valencia, el pasado miércoles 27 de noviembre, tardaran mucho tiempo en olvidar el maravilloso espectáculo con el que nos deleitaron Nikki Hill y su banda. Nosotros, como podéis ver, aún seguimos frotándonos los ojos...
Miscelánea:
Nikki Hill nació en Durham, Carolina del norte, hace unos
veintitantos años. Como muchas otras grandes intérpretes, su primera
experiencia con la música la tuvo cantando en un coro gospel, cuando aún era
una niña. Más tarde se empapó del ambiente universitario de Chapel Hill,
también en Carolina del Norte, donde comenzó a interesarse por otros estilos
más relacionados con el rock and roll. Sus influencias musicales se ampliaron aún más tras conocer a Matt Hill, un excelente
guitarrista que llevaba unos 10 años dedicándose a la música, sobre todo al blues, y que acabaría siendo su marido. Afines en sus gustos musicales, los
dos empezaron a tocar juntos. Nikki inicialmente tocaba el bajo, pero a partir de 2011 comenzó a probar como cantante (¡y con qué resultado!).
Tras una actuación en el conocido local de música y
comida Blues City Deli, de la ciudad de
St. Louis (Missouri), en otoño del 2011,
la pareja emigró a dicha ciudad, donde comenzaron a hacerse un nombre
tocando en un puñado de
locales. Ese puñado de locales se ha convertido con el tiempo, y dos trabajos discográficos, en una gira mundial, que nos ha permitido disfrutar del talento de estos dos grandes músicos y su excelente banda. Estos días están de gira por España (27 de noviembre en Valencia, 28 en Barcelona, 29 en Tomelloso, 30 en Granada, 1 de diciembre en Málaga, 3 en Madrid, 4 en Santander, 5 en Andoain, 6 en el festival Purple Weekend en Leon, 7 en Bilbao y 8 de diciembre en Gijón).
locales. Ese puñado de locales se ha convertido con el tiempo, y dos trabajos discográficos, en una gira mundial, que nos ha permitido disfrutar del talento de estos dos grandes músicos y su excelente banda. Estos días están de gira por España (27 de noviembre en Valencia, 28 en Barcelona, 29 en Tomelloso, 30 en Granada, 1 de diciembre en Málaga, 3 en Madrid, 4 en Santander, 5 en Andoain, 6 en el festival Purple Weekend en Leon, 7 en Bilbao y 8 de diciembre en Gijón).
La cantante y su marido han creado su propio sello
discográfico, Deep Fryed Records,
para poder ser dueños y señores de sus propios trabajos. Tras la publicación de un EP con el nombre de Nikki Hill, en 2012, editan este primer LP, Here´s Nikki Hill, cuya portada y título, emulando a Little Richard y a su esencial disco de debut Here´s Little Richard, dejan bien a las claras por donde van los tiros (fantástico rhythm and blues y rock and roll). Nikki y Matt Hill son los compositores de 8 de los 10 temas que incluye el álbum, en un provechoso trabajo a dúo en el que Nikki se encarga de crear las letras y la
idea de la canción y Matt de hacer los arreglos dándoles forma con su guitarra.
El resto de la banda lo componen el bajista Ed Strohsahl “el típico chico de
Georgia”, un auténtico rockero que
según la propia Nikki “sabe muy bien lo que hace y tiene un gran estilo”[1] y Joe
Meyer “uno de los mejores y más jóvenes baterías con raices que hay”, que había estado tocando con Matt Hill antes de montar la actual banda.
El disco está producido por Félix Reyes y grabado en el estudio que éste regenta en Chicago, The House of Tone, y lo puedes
encontrar en la página web de la banda http://nikkihillmusic.com/,
además de un single exclusivo editado por el sello español El Toro Records con
las pistas I Got Man y Strapped to the
Beat, en un vinilo de color de 45 rpm[2].
Uncle Swing and Pep Vinilo
[1] Anabel Vélez, Nikki Hill, Fuego en el Cuerpo en Ruta
66, núm. 309, noviembre de 2013, pp.16-17.
[2] Anabel Vélez, Nikki Hill, Fuego en el Cuerpo… pp. 16.
Fuentes:
-http://nikkihillmusic.com/
-http://www.thealternateroot.com/rack-3/1609-nikki-hill-heres-nikki-hill
-http://www.intrepidartists.com/artists/nikki-hill
-Anabel Vélez, Nikki Hill, Fuego en el Cuerpo en Ruta 66, núm. 309, noviembre de 2013, pp.16-17
-Programa de radio "El sótano" de Radio 3, del día 26/11/2013.
Imágenes:
-Colección personal de los autores.
-http://images.google.com/advanced_image_search
Fuentes:
-http://nikkihillmusic.com/
-http://www.thealternateroot.com/rack-3/1609-nikki-hill-heres-nikki-hill
-http://www.intrepidartists.com/artists/nikki-hill
-Anabel Vélez, Nikki Hill, Fuego en el Cuerpo en Ruta 66, núm. 309, noviembre de 2013, pp.16-17
-Programa de radio "El sótano" de Radio 3, del día 26/11/2013.
Imágenes:
-Colección personal de los autores.
-http://images.google.com/advanced_image_search
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