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lunes, 28 de octubre de 2013

BRENDA LEE, EL SAXO DE BENNY HILL Y EL EQUIPO A.


Queridos lectores, este mes estrenamos nuestra nueva sección “Oldies” (Viejos éxitos).

En ella queremos hacer un homenaje a toda la música popular anterior a la “revolución Beatles (finales de 1962), aquélla que solía consumirse en forma de singles y que nos encanta. Una música que, pese a su antigüedad, sigue sonando bastante actual, sobre todo por la falta de ideas y los continuos revivals de la mayoría de los músicos contemporáneos (aunque, afortunadamente, nos topamos de vez en cuando con sorprendentes y agradables excepciones).

Generalmente incluiremos canciones grabadas durante los años 50 y principios de los 60, vinculadas a estilos como el rhythm and blues, el rock and roll, el doo wop, el ska, el country, el blues o el soul, aunque nuestro deseo es que “Oldies” tenga cierta flexibilidad y pueda acoger también otros estilos, como la música latina o el jazz, así como música de otras épocas estrechamente vinculada a los estilos enumerados más arriba.

Creemos que puede ser una sección bastante interesante, sobre todo para nuestros lectores más jóvenes. De todos modos, si nos equivocamos y no os acaba de gustar, agradeceremos vuestros sinceros comentarios en pos de una mejora de nuestro blog.

Muchas gracias.


            Para el estreno de la nueva sección hemos elegido un single que alcanzó el número uno en las listas norteamericanas en 1960, compuesto por las canciones “I´m sorry” y “That´s all you gotta do”. Los temas fueron interpretados por la cantante Brenda lee y por unos estupendos músicos que sentaron las bases del “sonido Nashville”.

Brenda Lee nació como Brenda Mae Tarpley el 11 de diciembre de 1944 en Atlanta, Georgia, al sur de los Estados Unidos.

Fue una artista realmente precoz, ya que con 6 años debutó en radio, con 7 en la televisión local y con 11 en la televisión nacional. A pesar de su edad, Brenda solía dejar anonadados a todos sus oyentes gracias a sus enérgicas interpretaciones y a su potente voz, la cual se acercaba a los registros de los adultos.

En 1955, con tan sólo 11 años, llegó su gran oportunidad al conocer al cantante country Red Foley, el cual conducía el programa de TV “The Ozark jubilee”. El programa se había comenzado a emitir ese mismo año desde Springfield, Missouri, para la cadena ABC-TV. Hoy en día está considerado todo un hito en la historia de la música country, ya que fue el primero en incluir actuaciones de estrellas de esta variante musical en televisión.

A Foley le impresionó tanto el modo de cantar de Brenda que no sólo la contrató inmediatamente para participar asiduamente en su programa, sino que además le ayudó a firmar un contrato con la discográfica Decca.




Brenda Lee tenía mucho talento innato, pero hacía falta algo más para poder triunfar y hacer música de calidad: una buena producción, unos excelentes arreglos, unos grandes músicos, unas buenas canciones y algo nuevo que ofrecer.

Todo esto lo encontró la artista en la discográfica Decca de la mano del productor Owen Bradley.

            Bradley fue uno de los tres arquitectos del “sonido Nashville, trabajando en su "Bradley film and recording studio" de la citada ciudad de Tennessee. Los otros dos fueron Chet Atkins y Bob Ferguson, trabajando en su caso para la RCA que haría triunfar a Elvis Presley.

      El “sonido Nashville modernizó la música country, a finales de los años 50, añadiendo a su estructura elementos del blues, el doo wop, el rock and roll, el rhythm and blues y el soul, creando un sonido mucho más “pop”, o al menos más accesible. Las guitarras acústicas, los banjos, las guitarras de acero y los solitarios violines fueron cediendo progresivamente el protagonismo a los coros, los arreglos de acuerda, los pianos, la percusión y las guitarras eléctricas, quedando los instrumentos tradicionales en un segundo plano, aunque sin desaparecer del todo. Algunos de los artistas más importantes del sonido Nashville fueron Jim Reeves, Patsy Cline o la propia Brenda Lee.

Como suele ocurrir cuando se produce algún cambio de cierta entidad en cualquier faceta del arte, esta variante de la música country fue ampliamente criticada por algunos de sus antiguos seguidores, censurando su excesiva comercialidad y el abandono de su esencia. Aunque, por otro lado, también este cambio sirvió para acercar la música country a muchos jóvenes que de otra manera no se hubieran interesado por ella.

En cualquier caso, hay que aclarar que aunque la música country se volvió más accesible con el sonido Nashville, ésta siempre estuvo interpretada por músicos de primera. El productor Owen Bradley solía trabajar con unos excelentes que fueron conocidos en su época como los Nashville A-team (El equipo A de Nashville).

...de Nashville
Probablemente el equipo nació como tal en 1947, cuando varios de sus componentes participaron en las primeras grabaciones realizadas en los Castle Studios, primeros estudios de grabación creados en la ciudad de Nashville (Tennessee). Más tarde, el grupo seguiría trabajando en dicha ciudad para diferentes sellos, participando en la grabación de algunos de los más importantes discos de la época.

Aunque el colectivo estaba formado por decenas de músicos, por su participación en las grabaciones de Brenda Lee cabría destacar a los guitarristas Hank Garland, Grady Martin y Ray Edenton, al pianista Floyd Cramer, al saxofonista Boots Randolph, al percusionista Buddy Harman y al coro Anita Kerr Singers.

           Aunque es imposible condensar en este artículo la extensa carrera de estos grandes e incansables músicos de estudio, no estaría de más comentar algunos de sus logros.

Floyd Cramer, por ejemplo, trabajó en la histórica grabación de Elvis Presley para RCA “Heartbreak hotel”, registrada en Nashville el 10 de enero de 1956. En ella también participó el arquitecto del “sonido NashvilleChet Atkins. Por otro lado, la guitarra de Hank Garland la podemos escuchar en grabaciones tan famosas como el “Wake up little Susie”, de los Everly Brothers, el “Only the lonely” de Roy Orbison o el “Crazy” de Patsy Cline.  Por su parte, Grady Martin tampoco se queda corto, ya que trabajó con artistas de la talla de Buddy Holly, Johnny Cash o Johnny Burnette, y en discos tan grandes como el “Johnny Burnette & The rock and roll trio” (1956), uno de los hitos de la música rockabilly, en el que también trabajó como productor Owen Bradley.



            En cualquier caso, probablemente uno de los sonidos que más familiar os resulte a los lectores de este artículo al escuchar el single de Brenda Lee sea el del saxo tenor de Boots Randolph en la canción “That´s all you gotta do”.

Aunque Homer Louis “Boots” Randolph III participó en gran cantidad de grabaciones con el Equipo A de Nashville (Nashville A-team), lo que realmente le hizo famoso fue el tema “Yakety sax”, grabado en 1963 y que a partir de 1969 sería utilizado como sintonía para el Show de Benny Hill. La canción está descaradamente inspirada en la canción “Yakety Yak” de los Coasters (1958), y en particular en el saxo de King Curtis.



Vistos los mimbres con los que contaba Brenda Lee para grabar sus discos (un productor y unos músicos de primera, y su propio talento), uno podría haber vaticinado por aquella época que el éxito de ventas le llegaría inmediatamente. Pero nada más lejos de la realidad.

Aunque por aquel tiempo Brenda Lee cautivaba a todo el que acudía a sus conciertos, y grababa estupendas canciones, como “Dynamite” (1957), tardó bastante en escalar hasta los primeros puestos de las listas de singles más vendidos. Tampoco su primer LP, “Grandma, what great songs you sang!”, lanzado en agosto de 1959, consiguió conectar con el público. Como su propio nombre indica (“Abuela, ¡qué grandes canciones cantabas!”) el disco estaba compuesto fundamentalmente por versiones de canciones de principios del siglo XX, las cuales poco tenían que ver con lo que los aficionados a la música más jóvenes demandaban a finales de los años 50.

El ansiado éxito le llegaría con un single publicado a finales de 1959, “Sweet nothin´s”, el cual escalaría hasta el número 4 en las listas de ventas de los Estados Unidos, a principios de 1960. La canción era mucho más fresca que las que componían su primer LP, no sólo por su sonido sino también por su letra, la cual trataba sobre las dulces y secretas tonterías que se dicen dos enamorados adolescentes, todo con un atractivo punto picante que no debió de gustar demasiado a los guardianes de la moral de la época.  En cualquier caso, la canción fue todo un bombazo pop que conectó con los más jóvenes y que daba pistas de hacia dónde se encaminaba la música popular a principios de la década prodigiosa. El tema fue escrito por el compositor e intérprete de música rockabilly Ronnie Self.



La vida y la carrera de Self no fueron tan dulces como las tonterías de las que hablaba en su canción. Pese a ser un músico con un gran potencial, y pese a ser contratado por discográficas tan importantes como Columbia o la propia Decca, Ronnie sólo consiguió un verdadero éxito nacional en 1958 con la canción “Bop-a-lena”, compuesta por los cantantes de música country Mell Tillis y Webb Pierce. Esto se debió, fundamentalmente, a los problemas causados por su adicción al alcohol y a su errático estilo de vida, el cual estuvo plagado de incidentes violentos.

La amargura vital y los sentimientos de frustración de Ronnie Self se ven, en cierta manera, reflejados en la segunda canción que el músico compuso para Brenda Lee, “I´m sorry”, publicada en 1960, la cual acabaría siendo el gran éxito de la artista y todo un clásico. Para su creación Self contó con la inestimable ayuda del compositor Dub Albritton.

“I´m sorry” (“Lo siento”) gira en torno al intento, por parte de la intérprete, de conseguir que una persona a la quiere mucho, y a la que ha hecho mucho daño, acepte sus disculpas, las cuales están relacionadas con la ceguera que provoca el amor y la inexperiencia asociada a la juventud. El tema conectaba perfectamente con los enamoradizos espíritus adolescentes, pero también tenía un punto amargo, mucho más adulto, que se podía intuir en algunos de sus versos: “Dices que los errores/ son parte de ser joven./ Pero eso no arregla/ lo que se ha hecho mal...”, “El amor es ciego,/ y yo estaba demasiado ciega/ para poder ver”. Esto hizo que tanto los jóvenes como sus mayores acabaran consumiendo la canción, elevándola al número uno de ventas en Estados Unidos y al número 12 en el Reino Unido, todo un logro para una canción supuestamente country.



Musicalmente hablando, la canción es una balada impregnada de sonido Nashville, la cual avanza sobre los compases en 6/8 del piano de Floyd Cramer, el coro de Anita Kerr, la sección rítmica de Buddy Harman y Harold Bradley, y las guitarras de Hank Garland y Grady Martin. Sobre esta base se despliega la sentimental interpretación de Brenda Lee, en la cual se pueden intuir el interés de la artista por la música afroamericana y su infantil experiencia como cantante de gospel en una iglesia baptista. Esto hace que la canción transpire cierto aroma soul. Otro elemento a destacar son las cuerdas, las cuales, más allá de ser un simple adorno, recalcan el mensaje de la canción, acentuando cada “sorry” que Brenda Lee exhala.

El tema fue grabado a principios de 1960 en el anteriormente citado “Bradley film and recording studio” de Nashville, Tennessee, dirigiendo la grabación el propio Owen Bradley. De todos modos, la discográfica Decca no quiso lanzar el single hasta varios meses más tarde, ya que en un principio consideraron que iba a resultar demasiado extraño para el público el que una adolescente de tan sólo 15 años cantara al amor de una manera tan madura, sobre todo después de publicar una canción tan frívola como “Sweet nothin´s”.

           Al retrasarse su lanzamiento, “I´m sorry” acabó incluyéndose como cara B de un single que capitaneó otra de mis canciones favoritas de Brenda Lee, “That´s all you gotta do” ( “Eso es todo lo que tienes que hacer”).

“That´s all you gotta do”, compuesta por el artista country Jerry Reed, sirve para ilustrar el lado más pop del sonido Nashville.



El arranque de la canción lo protagonizan dos elementos típicos del sonido Nashville, como son el coro de Anita Kerr y la sección de cuerdas, aunque sonando en este caso más pop que nunca y avanzando sobre una resultona sección rítmica de contrabajo y percusión, creando una progresión armónica que recuerda a  hitos de la música pop como el “From me to you” de los Beatles. Ocultos tras estos elementos, casi como queriendo no molestar, podemos intuir una guitarra eléctrica, que acompaña al ritmo del contrabajo, y una preciosa, a la par que sutil, línea de piano de Floyd Cramer.

Tras esta enérgica introducción se abre camino la no menos enérgica interpretación de Brenda Lee, la cual suena muy pop también, pero atesora, por otro lado, un punto rockabilly que le da un encanto muy especial, sobre todo en los estribillos, en los cuales comparte protagonismo con las guitarras eléctricas.

Por último, no podemos dar por concluido este breve análisis de la pieza sin hablar de otro de sus instrumentos protagonistas, el juguetón saxo tenor de Boots Randolph, el cual aparece tras la segunda estrofa para alejar definitivamente al tema de las puras propuestas “Nashville”, acercándolo al divertido sonido de conjuntos como The Coasters.

En cuanto a la letra, la verdad es que tampoco tiene desperdicio. Aunque, sobre todo, es una declaración de amor (“ He estado esperando una oportunidad...para empezar un romance”, “ Dime que tu amor es real/ y yo te daré mi corazón”), también encontramos versos que podrían haber inspirado la composición del himno a la amistad que Carole King crearía once años más tarde, “You´ve got a friend”, una de mis canciones favoritas (“En cualquier momento en el que te sientas mal/ y no tengas ningún sitio donde ir/, no tienes que ponerte triste /, aquí está todo lo que necesitas”, “Todo lo que tienes que hacer cuando estés solo/ es llamarme./ Yo iré corriendo hacia ti/ tan rápido como pueda.”).




James Taylor (guitarra y voz) y Carole King (piano), entre otros.

       
            “That´s all you gotta do” (“Eso es todo lo que tienes que hacer”) se convirtió en el tercer gran éxito de Brenda Lee, una canción que incluso hoy suena fresca y que, al igual que la obra de otros artistas de finales de los 50 y principios de los 60 como Buddy Holly o los Everly Brothers, sirvió de puente entre el rock and roll (y los demás estilos populares que triunfaron en los años 50 en Estados Unidos) y la música pop británica que conquistaría el mundo a partir de principios de los años 60. Por otra parte, tampoco sería muy descabellado apuntar que este tipo de canciones pop sirvieron de inspiración al movimiento yé-yé,  tanto como las Ronettes o las Shirelles.

“I´m sorry” y "That´s all you gotta do” fueron incluidas en el segundo LP de Brenda Lee, “Brenda Lee, miss Dynamite”, lanzado en agosto de 1960, el cual recoge 12 canciones grabadas entre octubre de 1958 y marzo de 1960, algunas de las cuales, como su éxito “Sweet nothin´s” o la intensa “Dynamite”, habían aparecido anteriormente en forma de single.

Si te han gustado las canciones que te hemos presentado en este artículo seguro que también disfrutarás mucho escuchando este segundo LP de la artista.

Queridos lectores, por mi parte esto es todo. Deseando que hayáis disfrutado leyendo el artículo tanto como yo escribiéndolo, os emplazo para un nuevo viaje hacia el pasado de la mano de nuestra musical máquina del tiempo para dentro de no demasiado tiempo...see you soon..........




                                                            Pep Vinilo

(con la inestimable colaboración de Uncle Swing)














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