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lunes, 9 de septiembre de 2013

BANDA SONORA EN ROSA I


Banda sonora en rosa: 
The Pink Panther BSO (ParteI)




     Estimados sibaritas, con este artículo inauguramos nuestra sección de música y cine. Antes de que sigan leyendo quisiera advertirles y recomendarles que, si no han visto la película, lean sólo la primera parte, que es una especie de “ficha técnica” y después vean la película. Cuando la hayan visto lean la segunda parte, en ella les invito a profundizar en su estupenda banda sonora. Merece el placer…


     Érase una vez… Una potente nota en el gong nos anuncia el principio de la película, acordes de guitarra oriental adornan la escena, el largometraje nos sitúa en una grandiosa y lujosa estancia de un poderoso monarca de oriente, monarca incluido, cuando dos de sus fieles súbditos aparecen al fondo llevando a su Excelencia un “obsequio” de su pueblo, una impresionante joya con un leve defecto el cual le confiere la mayor exclusividad, una pequeña mancha interior que asemeja una pantera en posición de ataque, pero no una pantera común, las características del espectacular diamante le dan una colorido especial, se trata de una… Pantera Rosa


     Ipso facto aparece en la instancia una bonita niña de ojos negros, Dahla, la hija del monarca, seguida de su más fiel sirviente, Saloud. El monarca la invita a acercarse y muestra a su hijita la joya diciéndole: “Un regalo de mi agradecido pueblo, algún día será tuyo, el brillante más fabuloso del mundo, acércate...” y el majestuoso padre cuelga del cuello de la niña la enorme piedra preciosa… primer plano de la piedra y… Comienza a sonar el swing del más conocido tema de la película The Pink Panther Theme.



      Y, con la película, también comienza uno de los mejores trabajos de uno de los tándems cine-música más fructíferos del séptimo arte en norteamérica Blake Edwards y Henry Mancini,  quienes se unen nuevamente en este film. Empecemos dando algunos datos sobre ellos:

     Director y compositor respectivamente, ambos se conocieron siendo muy jóvenes entablando una larga amistad que duraría el resto de sus vidas. Edwards estaba preparando una película, “El temible Mr. Cory” para los estudios Universal y necesitaba un tema romántico para la banda sonora, algo para salir del paso, por lo que recurrió al departamento de música de los estudios. Estos mandaron a un joven, apellidado Mancini, a quien Edwards explicó lo que quería para la película. Cuando el departamento de música entregó el material el joven director quedó muy satisfecho con el resultado. Al cabo de un tiempo Blake Edwards se encontraba preparando una serie para la televisión, Peter Gunn (1). Un día, saliendo del comedor de los estudios Universal, se cruzó con Henry Mancini, quien lo saludó. El director al reconocerlo, improvisadamente, le dijo: “¿Quieres hacer una serie de televisión?”, “Claro” fue la respuesta. Edwards le envió el guión y cuando Mancini lo hubo leído preguntó al director, “¿Puedo componer jazz?”, “Me parece estupendo” replicó Edwards. El tema principal de la serie fue todo un éxito, vendiéndose más de un millón de discos (2). En su elaboración colaboraron músicos como el guitarrista Peter Bain, el saxofonista Ted Nash y el joven pianista John Wiliams, el mismo que después se convetiría en otro de los grandes compositores de bandas sonoras de Hollywood, seguro que ustedes ya le conocen por sus trabajos (“Star Wars”, “Tiburón”, “Superman”, “E.T. el Extraterrestre”, “Harry Poter”(3)).

 Escena de Peter Gunn con Craig Stevens y Susan Cummings

    A partir de este momento Edwards comenzó a contar periódicamente con Mancini para sus trabajos, siendo su primera película juntos "High time” (1960), una comedia musical protagonizada por Bing Crosby y Richard Beymer. Se inició así un lazo entre ambos que duró varias décadas, prácticamente hasta la muerte de Mancini en 1994, con resultados como Breakfast at Tiffany´s” (1961),Days of wine and roses” (1962), “What did you do in war, daddy?” (1966), “The Party” (1968), “10” (1979) o “Victor Victoria” (1982) (4).


         

     Enrico Nincola Mancini nació en Cleeveland (Ohio) el 16 de abril de 1924, hijo de emigrantes italianos procedentes de Abruzzo, una región de la Italia central, junto al Adriático. Henry se crió entre el entorno de un barrio de Cleeveland conocido como Little Italy y Aliquippa, en el estado de Pennsylvania, lugar al que la familia Mancini se trasladó contando él con pocos años. Fue allí donde, animado por su padre, se inició en el estudio de la música, primero con la flauta y el piano para progresivamente interesarse por la composición y los arreglos. Fue alumno de Max Adkins (5), director y arreglista de la orquesta del Stanley Theatre de Pittsburgh, y.mentor de otros músicos célebres como Billy Strayhorn, Jerry Fielding y Bud Estes. Adkins inició a Manzini en el piano, los arreglos y le contagió su pasión por el jazz.  Animado por Adkins, después de graduarse en la Aliquippa High School,  Mancini decide estudiar música en el Carnegie Institute of Technology, aunque en 1942 abandonará este por la más prestigiosa Juilliard School of Music. En 1943, en plena guerra, tuvo que interrumpir sus estudios debido a su alistamiento en el ejército, donde sirvió en las Fuerzas Aéreas e infantería hasta que se licenció en 1945. En el ejército conoció a algunos músicos, como el cantante Tony Martin y, en 1946 consiguió un puesto como pianista y arreglista en la orquesta de Glenn Miller, comandada por Tex Beneke (6). En estos años  conoció a su futura esposa Virginia “Ginny” O´Connor, que era cantante. En 1947 se casaron y se trasladaron a Holmby Hills, en el estado de California. Mancini trabajó como músico “todoterreno”, como intérprete y arreglista de orquestas y espectáculos que se llevaban a night clubs de Hollywood. En esta etapa comenzó a componer temas, como Soft Shoe Boggie”, permitiéndole la inscripción en la ASCAP (Sociedad Americana de Compositores y Ejecutantes). Al mismo tiempo continuó estudiando de forma privada con compositores como Ernst Krenek, Mario Castelnuovo y Alfred Sendr. En 1952 comenzó a trabajar en los estudios de la Universal a las órdenes de Joseph Gersherson (7), siendo su primera prueba de fuego la participación en los arreglos de una banda sonora para la película de Abbott y Costello, “Lost in Alaska”. Trabajó duramente durante unos años, muchas veces en películas de serie “B”, a menudo sin aparecer en los créditos, y en equipo con otros músicos como Hans J. Salter y Herman Stein.  Fueron unos años muy creativos, componiendo gran cantidad de material diverso para de los estudios y al mismo tiempo aprendiendo al pie del cañón su oficio de compositor de bandas sonoras. Así se desarrolló como un músico con una enorme versatilidad dominando campos de la música que abarcaban desde el jazz a la “canción ligera” o el pop, pasando por la música latina (8).

     En 1954 recibió una nominación al oscar por su trabajo en la película biográfica “The Glenn Miller History” y los estudios le encargaron un nuevo trabajo en la misma linea, una biografía de Benny Goodman, en 1956. Pero será tras estos biopics cuando llegará un primer punto de inflexión en su carrera, su trabajo para la película de  Orson Welles “Sed de Mal” (“Touch of Evil” 1958). Fue su opera prima como compositor de un film en solitario, comenzando a utilizar algo que definiría su estilo jazzístico, caracterizado habitualmente por recurrir a una pequeña orquesta, dirigida por él mismo, que interpretaba sus temas. Y precisamente, en este punto de su carrera, llegará la primera colaboración mano a mano con Blake Edwards. La banda sonora de Peter Gunn, que como ya comentábamos valió a Mancini su primer gran éxito, especialmente por el tema principal por el que obtuvo dos Grammies. Se trata de un tema que seguro les sonará familiar, reutilizado en multitud de películas, como “The Blues Brothers” (1980, en España “Granujas a Todo Ritmo”) (9).

   
     La década de los sesenta fue la más fructífera en la carrera de Henry Mancini trabajando, aparte de con Blake Edwards, con otros directores de la talla Stanley Doney, para quien compuso partituras en películas como “Arabesco” (1966), “Charada” (1963) o “Dos en la Carretera” (1967), o Howard Hawks, con quien trabajó por ejemplo en “Su Juego Favorito” (1964) o “Hatari! (1962). Mancini acabará de definir en estos años su estilo, caracterizado sobretodo por el jazz, influído por la música de las big bands, pero al mismo tiempo aproximándose a los estilos de moda en la época como el pop, el rhythm and blues o el soul y también a estilos como el jazz latino o el calypso. Todo con un toque de personalidad y originalidad, caracterizados por elementos como el uso de los coros, diferentes instrumentos poco habituales como la marimba, el acordeón, el sitar o las tablas indias y un largo etcétera que hacen de este compositor uno de los grandes de la historia del cine. Mancini estuvo en activo prácticamente hasta el momento de su muerte, en 1994, componiendo para el cine y la televisión (especialmente para algunas series muy conocidas en España, como Remington Steele o Hotel). Su trabajo fue reconocido con cuatro Oscars, dos con “Desayuno con diamantes” (de 1962, por la mejor banda sonora y la mejor canción, “Moon River”), otro con “Días de vino y rosas” (1963) y una última estatuilla por “Víctor, Victoria” (1982).

    


    Y así llegamos a LA PELÍCULA”, la que aquí nos interesa, The Pink Panther, con la cual, especialmente su banda sonora, nos vamos a deleitar. El largometraje se hizo después de haber obtenido ya Edwards y Mancini algunos de sus grandes éxitos. “La Pantera Rosa” fue rodada en 1963 y estrenada en 1964 y contó con un reparto de lujo: Claudia Cardinale, Capucine , David Niven, Peter Sellers y Robert Wagner en los papeles principales y Brenda de Banzie, Colin Gordon, John Lemesumier, James Lanphier, Guy Toman, Michael Trubshawe, Ricardo Billi, Mery Wells, Martin Miller, y Fran Jeffries, como secundarios (10). El argumento gira en torno a la estancia, en un hotel alpino de lujo, de la Princesa Dahla (Claudia Cardinale) y el intento de robo de su valioso diamante, La Pantera Rosa. En torno a la joya y la princesa confluirán una serie de personajes, entre ellos un seductor dandy inglés, Sir Charles Lytton (David Niven), un incalificable inspector de la Sûreté francesa, Jacques Clouseau (Peter Sellers), con intención de atrapar a “El Fantasma”, alias del ladrón de “guante blanco” que ha conseguido burlar al inspector Clouseau en innumerables ocasiones y que se propone hacerlo nuevamente, robando La Pantera Rosa . Les acompañan la esposa de Clouseau, Simone Clouseau (Capucine) y un playboy sobrino de Sir Charles, George (Robert Wagner), además de un excelente grupo de actores de reparto. Todos estos personajes serán el centro de una comedia de enredo en  la que, como veremos, se hace un sutil homenaje a la "comedía física” o slapstick y a los cómicos y directores de los años del cine mudo como Hal Roach, Leo McCarey, Búster Keaton, Laurel & Hardy, Los Hermanos Marx, Charlie Chaplin o Harold Lloyd.

 Capucine


     Aunque nuestro genial músico, Henry Mancini, fue el responsable principal de los diferentes temas compuestos para la banda sonora, sería injusto continuar sin hablar de los dos músicos que compartieron créditos con él en la elaboración de los temas de la película: Johnny Mercer y Franco Migliacci. Johnny Mercer fue un cantante, compositor de canciones y letrista, además de colaborador habitual de “Hank”, como llamaban a Mancini los amigos, y de Blake Edwards. Cuando trabajaron en “La pantera Rosa” Mercer había compartido dos de las tres estatuillas obtenidas Mancini por “Desayuno con Diamantes” y “Dias de Vino y Rosas”. Durante su carrera Mercer escribió más de mil quinientas letras para canciones de cine y musicales de Broodway, sí, mil quinientas, ha leído bien estimado sibarita. Obtuvo diecinueve nominaciones a los Oscar y ganó cuatro de ellos, además de ser uno de los cofundadores de Capitol Records. En otras palabras “Hank” no estaba solo, contaba con un primer colaborador de lujo, Mercer era “uno de los grandes” de la industria del espectáculo en cuanto a las canciones se refiere. Por si esto fuera poco en los créditos aparece otro de los “grandes”, en este caso de la música italiana: el letrista, actor, productor musical, editor discográfico… Franco Migliacci. Este señor escribió letras para cantantes tan conocidos por estos lares, especialmente en los sesenta y setenta, como Virna Lisi, Domenico Moduggno, Mina, Rita Pavone, Paul Anka, Pepino di Capri(11) (jóvenes sibaritas, pregunten a sus padres, tíos, abuelos…). Así pues ya tenemos a los “cerebros” responsables de esta estupenda banda sonora.


 Johnny Mercer


     En cuanto a los músicos, en los créditos aparecen reseñados dos en concreto: la cantante, actriz y modelo Frann Jeffries, que canta el tema "Meglio Strasera", del que hablaremos en la segunda parte y el solista principal de The Pink Panther Theme, el saxofonista Plas Johnson, un músico de Louisiana sobre cuya cuya calidad interpretativa baste decir que en su carrera, además de con Mancini, colaboraría con músicos de la talla de B.B. King, Johnny Otis, Ella Fitzgerald, Marvin Gaye o Lalo Schifrin (12). Respecto a la orquesta y coros aparecen en los créditos citados como Henry Mancini & His orchestra. No hemos podido averiguar los músicos que estaban en plantilla cuando se grabó la banda sonora, baste decir que por ella pasaron gente como el guitarrista brasileiro Laurindo Almeida, el trompetista Jack Sheldon, el trompetista, fliscornista y saxofonista Al Aarons, el flautista Arthur Gleghorn, el trombonista Dick Hyde, el violinista Erno Neufeld, el contrabajista Ray Brown, el percusionista Jack “Mr. Bongo” Costanzo o el baterista Shelly Manne, y baste con esto para dar más que por supuesto, estimados sibaritas, que fueran quienes fueran los músicos, tanto instrumentistas como vocalistas de la coral que exactamente integraban la Henry Mancini Orchestra en aquella grabación, no había desperdicio en aquella plantilla (13).



     ¿Qué?, ¿les convence?, ¿están deseando ver la peli? Pues ¿a qué esperan? ¡ dejen de leer y háganlo!!

     ¿Qué no?, ¿no están seguros?, ¿será un bodrio? les aseguro que no, sigan leyendo…

     ¿Qué ya la han visto? je, je ¡¡listillos!!

    

  


    Entonces vamos al grano, ¿cuál era el material con el que hubieron de lidiar Henry Mancini, Johnny Mercer y Franco Migliacci?, ¿Qué tenían que orquestar y musicalizar?, ¿Qué quería Blacke Edwards para su película?


    
     En primer lugar se trataba de una comedia, y una comedia que haciendo honor a los gustos de su director tenía guiños a la comedia muda que se había desarrollado primero en los espectáculos de variedades, el vaudeville, el minstrel, el mussic hall, pasando después al cine donde triunfó especialmente entre las décadas de 1910 y 1930. Este tipo de "humor físico" tiene un representante principal en la película y este es el inspector Clouseau encarnado por el actor inglés Peter Sellers. Sellers, a quien Edwards llamaría “el enigma de mi vida”, no era el actor elegido en un principio, el papel se había ofrecido a Peter Ustinov quien lo rechazó en último momento. Blake Edwards tuvo que buscarse a otro actor y dió con Sellers con quien se entrevistó para hablar sobre como sería el personaje. Así ambos decidieron inspirarlo en los personajes de las comedias del cine mudo, en el “humor físico” de actores como Buster Keaton o Harold Lloyd. Realmente el personaje fue creado por Sellers poco a poco, e iría evolucionando en posteriores entregas de la saga (“La Pantera Rosa” fue la primera de una serie de películas que aprovecharon el éxito de esta). Sellers dotó a Clouseau de una personalidad propia que a algunos les hace desternillarse de risa mientras pone nerviosos a otros (14). El inspector Clouseau tenía un característico acento francés y una pronunciación “defectuosa” basada en la forma de hablar de un conserje que Peter Sellers había conocido en un viaje a Francia. Pero ya les hemos dicho suficiente sobre el inspector, incluso demasiado, júzguenlo ustedes mismos en la película. Vamos a lo que aquí nos interesa, tenemos ya varios elementos que darán personalidad a la banda sonora: estamos ante una comedia que, además de su propia linea argumental, pretende hacer un homenaje al humor físico del cine mudo.

     En segundo lugar el ambiente que Edwards recrea en la película, bastante característico de su cine, es un ambiente de la alta sociedad,  del lujo, las fiestas de gente importante, coches caros, mansiones… En definitiva lo que hoy se llamaría un ambiente de glamour. Aquí sabemos que a ustedes, como buenos sibaritas, no les impresiona cualquier cosa, pero Edwards recreó este ambiente con un toque de parodia burlona que le da un gran encanto, haciendo que las escenas nos resulten agradables y como reconfortantes, como una especie de “vida en la que todo fuera fácil”. Y eso es precisamente el significado original de la palabra glamour, una especie de hechizo que afectaría nuestra percepción visual y nos haría ver las cosas muy atractivas y agradables a nuestros sentidos (15). Además el director supo rodearse de los mejores hechiceros: David Niven, uno de los mejores representantes del dandy al estilo británico que ha tenido la historia del cine, con su apariencia aristocrática y al mismo tiempo socarrona y simpática (16); Capucine, Germaine Lefevbre, una guapísima y finísima modelo francesa de alta costura que había trabajado para diseñadores como Christian Dior o Pierre Balmain y que sustituía a Ava Gadner en el reparto (17); una jovencísima Claudia Cardinale, que en la película tuvo que ser doblada porque no dominaba, aún, el inglés. Por cierto el trabajo de doblaje fue impecable. Tanto para Capucine, “Cappy”, como para Claudia Cardinale se contó con un guardarropa diseñado exclusivamente por el modisto Yves Saint Laurent. Y por último entre los principales, un también jovencísimo Robert Wagner que borda su papel de playboy vividor y despreocupado, modelo de vida para todo sibarita que se precie. A ellos se suman un número moderado de actores de reparto bien sabedores de su oficio como los ingleses Brenda de Banzie y Colin Gordon o el norteamericano James Lamphier que interpreta a Saloud, el fiel sirviente de la princesa Dala. Incluso se tuvo que improvisar en alguna escena y participaron miembros del equipo que no eran actores profesionales, dado que muchos actores italianos que se hubiera podido contratar no hablaban inglés (como enseguida veremos, la película se rodó mayormente en Italia). Un ejemplo de actor improvisado es el es el del responsable de la fotografía y cámara del equipo de la película, Philip Lathrop, que interpretó a un apurado agente del orden subiendo apresuradamente escaleras en plena persecución.

     Por otra parte la película se rodó principalmente en Europa, algo que después satisfizo a Blake Edwards, ya que salió del ambiente “enrarecido” de Hollywood y consiguió que “le diera el aire” durante el rodaje. Los exteriores y planos de situación se rodaron por una parte en Cortina d´Ampezzo, un pueblo de los Alpes italianos, destino turístico habitual para practicar deportes de invierno que entonces aún era un pequeño pueblecito con mucho encanto. El otro lugar donde se rodó principalmente fue Roma, algunas escenas en un edificio justo enfrente del Coliseo. También se rodó una parte muy pequeña de exteriores y de planos de localización en París y en una calle de Hollywood. En cambio los platós donde se rodaron las escenas interiores si que fueron completamente italianos. Fueron nada más y nada menos que los espectaculares estudios Cinecittà, también en Roma, los que acogieron el rodaje de estas escenas de la película. Así pues ya tenemos un segundo elemento que condicionaba a los autores de la banda sonora, la película recreaba un ambiente en el que se parodiaba amablemente a la alta sociedad, a la jet set internacional. Sus personajes representaban a personas de la realeza y la nobleza, así como a gente rica y sus espacios de ocio. También otro elemento de esta película era importante y novedoso en el cine de Edwards, la película transcurría casi en su totalidad en un ambiente europeo, por lo que varios actores eran de esa procedencia y por supuesto era necesario un letrista europeo para alguna de las canciones compuestas para la peli, por lo que se recurrió además de “al de casa”, Johnny Mercer, al italiano Franco Migliacci.

Cortina D´Ampezzo


     Otro elemento definidor de parte de la banda sonora es la aparición de un nuevo personaje que traería cola: La Pantera Rosa. El que inicialmente era el nombre del espectacular diamante que un ladrón profesional pretendía robar, y daba título a la película, se convirtió improvisadamente en un personaje de animación. Y no era una piedra preciosa, como todos ustedes saben, sino un simpático felino de color… rosa. La idea de crear un personaje de dibujos animados, que sería el protagonista de los créditos, el trailer y algunos pequeños, pero decisivos, detalles del film, surgió estando el rodaje bien avanzado y se encargó a la empresa de animación DePatie-Freeleng Enterprises. Precisamente fue el primer trabajo importante para esta empresa y el que les llevaría a ganar su único Oscar en 1964 por el cortometraje de animación “The Pink Fink” (18). Sí amigos, “The Pink Fink” es ESE episodio de los dibujos de La Pantera, sí, sí, el mismo… (Si son ustedes más o menos de mi generación, nacidos en los setenta, este corto tal vez haya marcado su infancia como fue mi caso. En él La Pantera Rosa y un pintor se pelean por pintar una casa de color azul (el pintor) o rosa (nuestra querida Pantera), todo sin decir ni pio, ¡¡¡GENIAL!!!). Pero volvamos a la banda sonora, la animación que contenía los créditos, así como el trailer original que también incluyó partes de animación, tenían que musicarse y el resultado fue uno de los swings más conocidos de la historia del cine. No en vano Blake Edwards años después llamaría a su felino personal, su gato, Henry.

     Y para finalizar esta primera parte nos falta hablar de lo más importante, la película en si misma, su hilo argumental y la relación entre el director y los músicos encargados de componer la banda sonora. No es nuestra intención, claro está, desvelarles el argumento de la película, han de verla para ello, pero nos concedemos la licencia de hablar de algunos elementos básicos para entender el trabajo de Mancini, Mercer y Migliacci, así como de sus músicos. Blake Edwards hizo esta película en Europa, firmando un contrato con la productora Mirisch Company que intermediaba entre él y los estudios United Artist. Este hecho le concedió una mayor libertad, puesto que le permitía negociar directamente con la Mirisch en lugar de hacerlo con los estudios, que eran más “duros de pelar". Esto, llevado al rodaje, se plasmó en que el director pudo hacer la película  a “su manera” esto es, gustaba de rodearse de un equipo de personas a las que conocía y con las que a menudo ya había trabajado y en los que tenía total confianza. Casi todo estaba controlado, desde los maquilladores y los peluqueros hasta los técnicos de sonido y fotografía pasando por escenógrafos, coreógrafos, guionistas, supervisores de diálogos y todo el resto del equipo que incluía, por supuesto, a los músicos. Aprovechando esta confianza que le daba trabajar con gente probadamente competente y, empezando por los actores, Edwards acostumbraba a dar un grado de libertad alto a su equipo técnico. Así, por ejemplo, “copiaba” la técnica de Ernst Lubistch de filmar escenas en las que parte de la acción sucedía “fuera de encuadre”, de manera que los actores se veían menos encorsetados, puesto que parte de la acción transcurría fuera del campo de enfoque de la cámara.

     El guión fue escrito por el propio Blake Edwards y Maurice Richlin. La película transcurre en buena parte en espacios reducidos como habitaciones, un hotel, un bar, una habitación o una residencia, con diálogos y sketches abundantes. También aparecen algunas escenas de localización y también algunas escenas rodadas en exteriores que, aunque no tan abundantes, son de suma importancia para la película, en las pistas de esquí, en las calles de Roma... El montaje de todo el material rodado dispuso la película en diferentes bloques, principalmente divididos las siguientes partes: una introducción, créditos presentados en animación, presentación de los personajes, trama principal, pre-desenlace y desenlace final. El formato elegido fue Panavision.

     Blake Edwards acostumbraba a hablar en privado con Henry Mancini para la realización de la banda sonora. Director y músico se reunían y mantenían dialogos sobre lo que Edwards quería en la banda sonora y en que lugar de la película sería conveniente ponerlo. Las palabras de Edwards ilustran como el director planteaba el trabajo a su músico de confianza, Hank Mancini: “Haz lo que quieras […] sabía que lo haría mucho mejor que yo […] me gustaba más que cualquier otro músico disponible […] siempre me sorprendía y componía una música increíble (19)”

                                                                                                              Uncle Swing


    To be continued...   





Notas:


(1) La serie duró tres temporadas, en un total de 114 episodios, entre 1958 y 1961 y narraba los casos de un detective privado. Se emitió en las cadenas NBC (2 primeras temporadas) ABC (tercera temporada). Recibió 8 nominaciones a los premios Emmy en 1959. Véase:  http://www.filmaffinity.com/es/film527804.html


(2) La fuente consultada son los comentarios de Blake Edwards en los extras del DVD de la película. Otras fuentes afirman que Edwards entraba a la peluquería de los estudios, en lugar del comedor o que había resultado impresionado por el trabajo de Mancini para la película de Orson Welles, "Sed de Mal" (Touch of evil, 1958) y a raíz de esto propuso a Mancini la composición del tema principal, así como la música incidental de la serie. Sea como sea, casualidad o no, lo cierto es que desde Sibarismusic nos alegramos mucho de que esto fuera así. Véase y confróntese : http://parejasdecine.blogsplot.com.es/2011/12/capitulo-7-henry-mancini-y-blake.html?m=1 ; http://mycrosurcos.wordpress.com/tag/max-adkins/ y http://es.wikipedia.org/wiki/Henry_Mancini







(5) Max Adkins fue contratado en 1939 para dirigir la orquesta del Stanley Theatre de Pittsburg. Intérprete de clarinete y saxofón, director y compositor, Mancini afirmaría sobre él en su autobiografía que había sido una de las influencias más importantes en su carrera como músico, especialmente por el “sistema único que este tenía para la enseñanza de los arreglos”. Parece ser que Adkins sugirió al mismísimo Benny Goodman a Mancini como futuro arreglista de su banda. Max Adkins murió muy joven a la edad de 43 años, en 1953. Véase: https://sites.google.com/site/pittsburghmusichistory/pittsburgh-music-story/composer-arrangers/max-adkinshttp://mycrosurcos.wordpress.com/tag/max-adkins/


(6) Glenn Miller había fallecido en 1944 siendo sucedido al “mando” de la orquesta  por el cantante y saxofonista Gordon “Tex” Beneke, que había sido el “segundo” de Miller desde los años 30. Ver: http://mycrosurcos.wordpress.com/tag/max-adkins/


(7) Joseph Gershenson (1904–1988): Músico de origen ruso, que trabajo como director y supervisor musical para multitud de películas de los estudios Universal como “Sed de Mal” (1958), “Espartaco” (1960) o “Noches en la Ciudad” (1969). Recibió dos nominaciones a los Oscars en 1955 y 1968.Véase: http://www.imdb.com/name/nm0314829/ y http://es.wikipedia.org/wiki/Henry_Mancini


(8) Recomendamos a nuestros estimados sibaritas visiten el blog mycrosurcos (http://mycrosurcos.wordpress.com/tag/max-adkins/  y http://mycrosurcos.wordpress.com/2013/02/07/henry-mancini-el-hombre-elegante-y-ii-travestismo-rosa-dos-en-la-carretera-y-henry-o-hank/ ) donde encontrarán la primera  y la segunda, parte del artículo, en el que se ahonda en la vida y obra de Henry Mancini, titulado: Henry Mancini, el hombre elegante tituladas respectivamente “De los Hijos de Italia a Río de Luna(I).” y “Travestismo Rosa, Dos en la Carrtera y Henry o Hank”(II).


(9) A partir de este mormento Henry Mancini emprendió una carrera comercial paralela a su carrera como conpositor de bandas sonoras editando álbumes con su orquesta. Véase: http://mycrosurcos.wordpress.com/tag/henry-mancini/


(10) Otros de los créditos principales de la película son:

 Director de fotografía Philip Lathrop Asc.
 Vestuario de Claudia Cardinale y Capucine: Ives Saint Laurent.
 Director artístico Fernando Carrere
 Decoradores: Reginald Allen, Jack Stevens, Arrigo Breschi
 Maquilladores: Euclide Santoli, Michele Tremarchi
 Peluquería: Amalia Paoletti
 Edición: Ralph E. Winters.
 Asistentes de Edición: Marshall M. Borden, David B. Zinnemann
 Sonido: Alexander Millar
 Editor Musical: Richard Carruth
 Editor de Efectos de Sonido: Gilbert D. Marchant
 Efectos especiales: Lee Zavitz
 Supervisores de producción: Guy Luongo, Jack McEdward
 Asistente de dirección: Octavio Oppo
 Supervisor de guión: Betty Abbot
 Asesor de diálogos: James Lanphier
 Consultor de vestuario: William Theiss
 Supervisor de vestuario: Annalisa Rocca
 Créditos (animación): De Patie-Freleng Enterprises Inc.
 Canción: “It hat better be tonight”: “Meglio Stasera”
 Música: Henry Mancini
 Letras en inglés: Johnny Mercer
 Letras en italiano: Franco Migliacci
 Saxo tenor solista: Plas Johnson
 Productor asociado: Dick Crockett
 Guión: Maurice Richlin y Blacke Edwards
 Productor: Martin Jurow
 Director: Blake Edwards




(12) Sobre Plas Johnson véase: http://en.wikipedia.org/wiki/Plas_Johnson


(13)  Existe un listado de miembros de la orquesta en: http://www.discogs.com/artist/Henry+Mancini+And+His+Orchestra


(14) Pronto llegaría la segunda película de la serie que inauguró “La Pantera Rosa”, concretamente en 1964 con el título de “El nuevo caso del inspector Clouseau” ( título Original “A Shot in the Dark”), también dirigida por Blake Edwards, en la que Peter Sellers acabaría de perfilar al personaje de Clouseau. Véase: http://es.wikipedia.org/wiki/El_nuevo_caso_del_inspector_Clouseau


(15) Sobre el significado de la palabra glamour véase: http://es.wikipedia.org/wiki/Glamour


(16) Realmente David Niven, que tuvo una infancia bastante difícil era el hijo bastardo de un aristócrata de “poca monta” y su amante, el político conservador sir Thomas Comyn-Platt (Véase: Sáez, Rubén, “David Niven el hombre del bigote” en Esquire,, núm. 65, julio-agosto 2013, pp.166-171.)


(17) Ava Gadner era la actriz elegida en principio, pero no se llegó a un acuerdo entre los productores y las demandas de la actriz. Véase: extras al DVD “La Pantera Rosa”. Edición MGM- United Artist.


(18) DePatie-Freeleng Enterprises surgió de la clausura del departamento de animación de Warner Bross, Termite Terrace. Dos de sus animadores Isadore “Fritz” Freleng y David Hudson DePatie decidieron fundar esta nueva empresa. Después de la animación para la película realizaron "The Pink Fink", que fue el primero de los cortos de animación de La Pantera Rosa. De Patie Freeleng Enterprises siguieron creando dibujos animados para el cine y la televisión, siendo una de las empresas más importantes del ramo en los años 70, junto con Hanna Barbera Productions y Filmation Entertainment. Crearon varias series relacionadas con el personaje de la Pantera Rosa entre las que destacan The Inspector y The Pink Panther Show. En 1981 la compañía fue adquirida por Marvel Comics. Marvel la vendió a Saban Entertainment Inc. a finales de los noventa y finalmente, en 2001, la adquirió The Walt Disney Company. Véase: http://es.wikipedia.org/wiki/DePatie-Freleng_Enterprises y http://dfe.goldenagecartoons.com/


(19) Extraído de los extras del DVD de la película en los (comentarios de  Blake Edwards) Edición de la MGM- United Artist, .



 Fuentes:

DVD “La Pantera Rosa”,  edición MGM-United Artist.

Sáez, Rubén, “David Niven el hombre del bigote” en Esquire,, núm. 65, julio-agosto 2013, pp.166-171


Internet:

































Fotos:

Colección del autor
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