En la primera parte de este artículo ya contamos como Cecilia consiguió grabar su primer larga duración en 1972, cosechando un considerable éxito
y convirtiéndose en una artista muy popular. Pero no sería hasta 1973 cuando grabaría su
disco más personal y arriesgado.
Grabación de una olvidada obra maestra
En esta ocasión la artista tuvo mayor capacidad de
decisión a la hora de elegir a la persona que se encargaría de realizar los arreglos
del disco. Pese a que Cecilia nunca se quejó de los arreglos que Juan Carlos Calderón
compuso para el primero, es lógico pensar que tampoco quedó contenta del todo,
ya que para este segundo prefirió cambiar y buscar algo diferente. Su novio,
Luis Gómez-Escolar, le recomendó a Pepe Nieto, con el cual había trabajado
en varios discos de Aguaviva.
Pepe Nieto había comenzado su carrera siendo el
batería del mítico grupo Los Pekenikes, uno de los grupos pioneros del rock en
España, para más tarde decantarse por el jazz y la composición de bandas
sonoras para películas. También había realizado excelentes trabajos como
arreglista para gente como los propios
Aguaviva o Vainica doble. Con estas
últimas trabajaría ese mismo año en uno de los mejores LP´s de la música
popular española, “Heliotropo”.