Banda sonora
en rosa:
The Pink Panther BSO (ParteI)
The Pink Panther BSO (ParteI)
Estimados sibaritas, con este
artículo inauguramos nuestra sección de música y cine. Antes de que sigan
leyendo quisiera advertirles y recomendarles que, si no han visto la película,
lean sólo la primera parte, que es una especie de “ficha técnica”
y después vean la película. Cuando la hayan visto lean la segunda parte, en
ella les invito a profundizar en su estupenda banda sonora. Merece el placer…
Érase una vez… Una potente nota en el gong
nos anuncia el principio de la película, acordes de guitarra oriental adornan
la escena, el largometraje nos sitúa en una grandiosa y lujosa estancia de un
poderoso monarca de oriente, monarca incluido, cuando dos de sus fieles
súbditos aparecen al fondo llevando a su Excelencia un “obsequio” de su pueblo,
una impresionante joya con un leve defecto el cual le confiere la mayor
exclusividad, una pequeña mancha interior que asemeja una pantera en posición
de ataque, pero no una pantera común, las características del espectacular
diamante le dan una colorido especial, se trata de una… Pantera Rosa…
Ipso
facto aparece en la instancia una bonita niña de ojos negros, Dahla, la hija del monarca, seguida de
su más fiel sirviente, Saloud. El
monarca la invita a acercarse y muestra a su hijita la joya diciéndole: “Un
regalo de mi agradecido pueblo, algún día será tuyo, el brillante más fabuloso
del mundo, acércate...” y el majestuoso padre cuelga del cuello de la niña la
enorme piedra preciosa… primer plano de la piedra y… Comienza a sonar el swing del más conocido tema de la
película The
Pink Panther Theme.
Y, con la película, también comienza uno de
los mejores trabajos de uno de los tándems cine-música más fructíferos del
séptimo arte en norteamérica Blake
Edwards y Henry Mancini, quienes se unen nuevamente en este film. Empecemos dando algunos datos
sobre ellos:
Director y compositor respectivamente,
ambos se conocieron siendo muy jóvenes entablando una larga amistad que duraría
el resto de sus vidas. Edwards estaba preparando una película, “El temible Mr.
Cory” para los estudios Universal y necesitaba un tema romántico para la banda
sonora, algo para salir del paso, por lo que recurrió al departamento de música
de los estudios. Estos mandaron a un joven, apellidado Mancini, a quien Edwards
explicó lo que quería para la película. Cuando el departamento de música
entregó el material el joven director quedó muy satisfecho con el resultado. Al
cabo de un tiempo Blake Edwards se encontraba preparando una serie para la
televisión, Peter Gunn (1). Un día, saliendo del comedor de los estudios Universal, se cruzó con Henry Mancini,
quien lo saludó. El director al reconocerlo, improvisadamente, le dijo: “¿Quieres
hacer una serie de televisión?”, “Claro” fue la respuesta. Edwards le envió el
guión y cuando Mancini lo hubo leído preguntó al director, “¿Puedo componer jazz?”, “Me parece estupendo” replicó
Edwards. El tema principal de la serie fue todo un éxito, vendiéndose más de un
millón de discos (2). En su elaboración
colaboraron músicos como el guitarrista Peter Bain, el saxofonista Ted Nash y
el joven pianista John Wiliams, el mismo que después se convetiría en otro de
los grandes compositores de bandas sonoras de Hollywood, seguro que ustedes ya
le conocen por sus trabajos (“Star Wars”, “Tiburón”, “Superman”, “E.T. el
Extraterrestre”, “Harry Poter”… (3)).
A partir de este momento Edwards comenzó a
contar periódicamente con Mancini para sus trabajos, siendo su primera película
juntos "High time” (1960), una comedia musical protagonizada por Bing Crosby y Richard Beymer. Se inició así un lazo entre ambos que duró varias décadas,
prácticamente hasta la muerte de Mancini en 1994, con resultados como “Breakfast at Tiffany´s” (1961), “Days of wine and roses” (1962), “What did you do in war, daddy?” (1966),
“The Party” (1968), “10” (1979) o “Victor Victoria” (1982) (4).
Enrico
Nincola Mancini
nació en Cleeveland (Ohio) el 16 de abril de 1924, hijo de emigrantes italianos
procedentes de Abruzzo, una región de la Italia central, junto al Adriático.
Henry se crió entre el entorno de un barrio de Cleeveland conocido como Little Italy y Aliquippa, en el estado de Pennsylvania,
lugar al que la familia Mancini se trasladó contando él con pocos años. Fue
allí donde, animado por su padre, se inició en el estudio de la música, primero
con la flauta y el piano para progresivamente interesarse por la composición y los arreglos. Fue alumno de Max Adkins (5),
director y arreglista de la
orquesta del Stanley
Theatre de Pittsburgh, y.mentor de otros músicos célebres como Billy Strayhorn, Jerry Fielding y Bud Estes. Adkins inició a Manzini
en el piano, los arreglos y le contagió su pasión por el jazz. Animado por Adkins,
después de graduarse en la Aliquippa High School, Mancini decide estudiar música en el Carnegie Institute of Technology, aunque en 1942
abandonará este por la más prestigiosa Juilliard School of
Music. En 1943, en plena guerra, tuvo que interrumpir sus estudios debido a
su alistamiento en el ejército, donde sirvió en las Fuerzas Aéreas e infantería
hasta que se licenció en 1945. En el ejército conoció a algunos músicos, como
el cantante Tony Martin y, en 1946 consiguió un puesto como pianista y arreglista en la orquesta de Glenn Miller, comandada por Tex Beneke
(6). En estos años conoció a su futura esposa Virginia “Ginny”
O´Connor, que era cantante. En 1947 se casaron y se trasladaron a Holmby Hills,
en el estado de California. Mancini trabajó como músico “todoterreno”, como
intérprete y arreglista de orquestas y espectáculos que se llevaban a night
clubs de Hollywood. En esta etapa comenzó a componer temas, como “Soft
Shoe Boggie”, permitiéndole la inscripción en la ASCAP (Sociedad Americana de Compositores y Ejecutantes). Al mismo tiempo continuó estudiando de
forma privada con compositores como Ernst Krenek, Mario Castelnuovo
y Alfred Sendr. En 1952 comenzó a trabajar en los estudios de la Universal
a las órdenes de Joseph Gersherson (7), siendo su primera prueba
de fuego la participación en los arreglos de una banda sonora para la película
de Abbott y Costello, “Lost
in Alaska”. Trabajó duramente durante unos años, muchas veces en películas de
serie “B”, a menudo sin aparecer en los créditos, y en equipo con otros
músicos como Hans J. Salter y Herman Stein. Fueron unos años muy creativos, componiendo
gran cantidad de material diverso para de los estudios y al mismo tiempo aprendiendo
al pie del cañón su oficio de compositor de bandas sonoras. Así se desarrolló
como un músico con una enorme versatilidad dominando campos de la música que abarcaban desde
el jazz a la “canción ligera” o el
pop, pasando por la música latina (8).
En 1954 recibió una nominación al oscar
por su trabajo en la película biográfica “The Glenn Miller History” y
los estudios le encargaron un nuevo trabajo en la misma linea, una biografía de
Benny Goodman, en 1956. Pero será tras estos biopics cuando llegará un
primer punto de inflexión en su carrera, su trabajo para la película de Orson Welles “Sed de Mal” (“Touch
of Evil” 1958). Fue su opera prima como compositor de un film en solitario, comenzando a utilizar
algo que definiría su estilo jazzístico, caracterizado habitualmente por recurrir a una pequeña orquesta, dirigida por él mismo, que interpretaba sus temas. Y precisamente, en este punto de su carrera, llegará la
primera colaboración mano a mano con Blake Edwards. La banda sonora de Peter
Gunn, que como ya comentábamos valió a Mancini su primer gran éxito,
especialmente por el tema principal por el que obtuvo dos Grammies. Se trata de un tema que seguro les sonará familiar, reutilizado en multitud de películas,
como “The Blues Brothers” (1980, en España “Granujas a Todo Ritmo”)
(9).
La década de los sesenta fue la más
fructífera en la carrera de Henry Mancini trabajando, aparte de con Blake
Edwards, con otros directores de la talla Stanley Doney, para quien compuso partituras en películas como “Arabesco” (1966), “Charada” (1963) o “Dos
en la Carretera” (1967), o Howard Hawks, con quien trabajó por
ejemplo en “Su Juego Favorito” (1964) o “Hatari! (1962)”.
Mancini acabará de definir en estos años su estilo, caracterizado sobretodo por
el jazz, influído por la música de
las big bands, pero al mismo tiempo
aproximándose a los estilos de moda en la época como el pop, el rhythm and blues o el soul y también a estilos como el jazz latino o el calypso. Todo con un toque de personalidad y originalidad, caracterizados por elementos como el uso de los coros, diferentes instrumentos
poco habituales como la marimba, el acordeón, el sitar o las tablas indias y un
largo etcétera que hacen de este compositor uno de los grandes de la historia
del cine. Mancini estuvo en activo prácticamente hasta el momento de su muerte, en 1994, componiendo para el cine y la televisión (especialmente para algunas series muy conocidas en España, como Remington Steele o Hotel). Su trabajo fue reconocido con
cuatro Oscars, dos con “Desayuno con diamantes” (de 1962, por la
mejor banda sonora y la mejor canción, “Moon River”), otro con “Días
de vino y rosas” (1963) y una última estatuilla por “Víctor, Victoria”
(1982).
Y así llegamos a “LA PELÍCULA”, la que aquí nos
interesa, The Pink Panther, con la cual, especialmente su banda sonora, nos vamos a deleitar. El largometraje se hizo después de haber
obtenido ya Edwards y Mancini algunos de sus grandes éxitos. “La Pantera
Rosa” fue rodada en 1963 y estrenada en 1964 y contó con un reparto de
lujo: Claudia Cardinale, Capucine , David Niven, Peter Sellers
y Robert Wagner en los papeles
principales y Brenda de Banzie, Colin Gordon, John Lemesumier, James
Lanphier, Guy Toman, Michael Trubshawe, Ricardo Billi, Mery Wells, Martin
Miller, y Fran Jeffries, como
secundarios (10). El argumento gira
en torno a la estancia, en un hotel alpino de lujo, de la Princesa Dahla (Claudia Cardinale) y el intento de robo de su
valioso diamante, La Pantera Rosa.
En torno a la joya y la princesa confluirán una serie de personajes, entre
ellos un seductor dandy inglés, Sir Charles Lytton (David Niven), un incalificable inspector de la Sûreté francesa, Jacques Clouseau (Peter Sellers), con intención de atrapar a “El Fantasma”, alias del ladrón de
“guante blanco” que ha conseguido burlar al inspector Clouseau en innumerables
ocasiones y que se propone hacerlo nuevamente, robando La Pantera Rosa . Les
acompañan la esposa de Clouseau, Simone Clouseau (Capucine) y un playboy sobrino de Sir Charles, George (Robert Wagner), además de un excelente grupo de actores de
reparto. Todos estos personajes serán el centro de una comedia de enredo
en la que, como veremos, se hace un sutil homenaje a la "comedía física” o slapstick y a los
cómicos y directores de los años del cine mudo como Hal Roach, Leo McCarey, Búster Keaton, Laurel & Hardy, Los
Hermanos Marx, Charlie Chaplin o
Harold Lloyd.
Aunque nuestro genial músico,
Henry Mancini, fue el responsable principal de los diferentes temas compuestos
para la banda sonora, sería injusto continuar sin hablar de los dos músicos que
compartieron créditos con él en la elaboración de los temas de la película: Johnny
Mercer y Franco Migliacci. Johnny Mercer fue un cantante, compositor de canciones y letrista, además de
colaborador habitual de “Hank”, como
llamaban a Mancini los amigos, y de Blake Edwards. Cuando trabajaron en “La
pantera Rosa” Mercer había compartido dos de las tres estatuillas obtenidas Mancini por “Desayuno
con Diamantes” y “Dias de Vino y Rosas”. Durante su carrera Mercer escribió más
de mil quinientas letras para canciones de cine y musicales de Broodway, sí,
mil quinientas, ha leído bien estimado sibarita. Obtuvo diecinueve nominaciones
a los Oscar y ganó cuatro de ellos, además de ser uno de los cofundadores de Capitol Records. En otras palabras
“Hank” no estaba solo, contaba con un primer colaborador de lujo, Mercer era
“uno de los grandes” de la industria del espectáculo en cuanto a las canciones se refiere. Por
si esto fuera poco en los créditos aparece otro de los “grandes”, en este caso
de la música italiana: el letrista, actor, productor musical, editor
discográfico… Franco Migliacci. Este
señor escribió letras para cantantes tan conocidos por estos lares, especialmente en los sesenta y setenta, como Virna Lisi, Domenico Moduggno, Mina,
Rita Pavone, Paul Anka, Pepino di Capri…
(11) (jóvenes sibaritas, pregunten a
sus padres, tíos, abuelos…). Así pues ya tenemos a los “cerebros” responsables
de esta estupenda banda sonora.
En cuanto a los músicos, en los créditos
aparecen reseñados dos en concreto: la cantante, actriz y modelo Frann Jeffries, que canta el tema "Meglio Strasera", del que hablaremos en
la segunda parte y el solista principal de The
Pink Panther Theme, el saxofonista Plas
Johnson, un músico de Louisiana sobre cuya cuya calidad interpretativa baste
decir que en su carrera, además de con Mancini, colaboraría con músicos de la
talla de B.B. King, Johnny Otis, Ella Fitzgerald, Marvin Gaye
o Lalo Schifrin (12). Respecto a la orquesta y coros aparecen en los créditos
citados como Henry Mancini & His
orchestra. No hemos podido averiguar los músicos que estaban en plantilla
cuando se grabó la banda sonora, baste decir que por ella pasaron gente como el
guitarrista brasileiro Laurindo Almeida,
el trompetista Jack Sheldon, el
trompetista, fliscornista y saxofonista Al
Aarons, el flautista Arthur Gleghorn,
el trombonista Dick Hyde, el
violinista Erno Neufeld, el
contrabajista Ray Brown, el
percusionista Jack “Mr. Bongo” Costanzo
o el baterista Shelly Manne, y baste
con esto para dar más que por supuesto, estimados sibaritas, que fueran quienes
fueran los músicos, tanto instrumentistas como vocalistas de la coral que
exactamente integraban la Henry Mancini Orchestra en aquella grabación, no había
desperdicio en aquella plantilla (13).
¿Qué?, ¿les convence?, ¿están deseando ver la peli?
Pues ¿a qué esperan? ¡ dejen de leer y háganlo!!
¿Qué no?, ¿no están seguros?, ¿será un
bodrio? les aseguro que no, sigan leyendo…
¿Qué ya la han visto? je, je ¡¡listillos!!
Entonces vamos al grano, ¿cuál era el material con el
que hubieron de lidiar Henry Mancini, Johnny Mercer y Franco Migliacci?, ¿Qué
tenían que orquestar y musicalizar?, ¿Qué quería Blacke Edwards para su
película?
En primer lugar se trataba de una comedia, y una comedia que haciendo honor a los gustos de su director tenía guiños a la comedia muda que se había desarrollado primero en los espectáculos de variedades, el vaudeville, el minstrel, el mussic hall, pasando después al cine donde triunfó especialmente entre las décadas de 1910 y 1930. Este tipo de "humor físico" tiene un representante principal en la película y este es el inspector Clouseau encarnado por el actor inglés Peter Sellers. Sellers, a quien Edwards llamaría “el enigma de mi vida”, no era el actor elegido en un principio, el papel se había ofrecido a Peter Ustinov quien lo rechazó en último momento. Blake Edwards tuvo que buscarse a otro actor y dió con Sellers con quien se entrevistó para hablar sobre como sería el personaje. Así ambos decidieron inspirarlo en los personajes de las comedias del cine mudo, en el “humor físico” de actores como Buster Keaton o Harold Lloyd. Realmente el personaje fue creado por Sellers poco a poco, e iría evolucionando en posteriores entregas de la saga (“La Pantera Rosa” fue la primera de una serie de películas que aprovecharon el éxito de esta). Sellers dotó a Clouseau de una personalidad propia que a algunos les hace desternillarse de risa mientras pone nerviosos a otros (14). El inspector Clouseau tenía un característico acento francés y una pronunciación “defectuosa” basada en la forma de hablar de un conserje que Peter Sellers había conocido en un viaje a Francia. Pero ya les hemos dicho suficiente sobre el inspector, incluso demasiado, júzguenlo ustedes mismos en la película. Vamos a lo que aquí nos interesa, tenemos ya varios elementos que darán personalidad a la banda sonora: estamos ante una comedia que, además de su propia linea argumental, pretende hacer un homenaje al humor físico del cine mudo.
En segundo lugar el ambiente que Edwards
recrea en la película, bastante característico de su cine, es un ambiente de la
alta sociedad, del lujo, las fiestas de
gente importante, coches caros, mansiones… En definitiva lo que hoy se llamaría
un ambiente de glamour. Aquí sabemos
que a ustedes, como buenos sibaritas, no les impresiona cualquier cosa, pero
Edwards recreó este ambiente con un toque de parodia burlona que le da un gran
encanto, haciendo que las escenas nos resulten agradables y como
reconfortantes, como una especie de “vida en la que todo fuera fácil”. Y eso es
precisamente el significado original de la palabra glamour, una especie de hechizo que afectaría nuestra percepción
visual y nos haría ver las cosas muy atractivas y agradables a nuestros
sentidos (15). Además el director
supo rodearse de los mejores hechiceros: David
Niven, uno de los mejores representantes del dandy al estilo británico que ha tenido la historia del cine, con
su apariencia aristocrática y al mismo tiempo socarrona y simpática (16); Capucine, Germaine Lefevbre, una guapísima y finísima modelo
francesa de alta costura que había trabajado para diseñadores como Christian Dior o Pierre Balmain y que sustituía a Ava Gadner en el reparto (17);
una jovencísima Claudia Cardinale,
que en la película tuvo que ser doblada porque no dominaba, aún, el inglés. Por
cierto el trabajo de doblaje fue impecable. Tanto para Capucine, “Cappy”, como para Claudia Cardinale se contó con un guardarropa diseñado
exclusivamente por el modisto Yves Saint Laurent.
Y por último entre los principales, un también jovencísimo Robert Wagner que borda su papel de playboy vividor y despreocupado, modelo de vida para todo sibarita
que se precie. A ellos se suman un número moderado de actores de reparto bien
sabedores de su oficio como los ingleses Brenda
de Banzie y Colin Gordon o el
norteamericano James Lamphier que
interpreta a Saloud, el fiel sirviente de la princesa Dala. Incluso se tuvo que
improvisar en alguna escena y participaron miembros del equipo que no eran
actores profesionales, dado que muchos actores italianos que se hubiera podido
contratar no hablaban inglés (como enseguida veremos, la película se rodó mayormente en Italia). Un ejemplo de actor improvisado es el es el del responsable de la fotografía
y cámara del equipo de la película, Philip Lathrop, que
interpretó a un apurado agente del orden subiendo apresuradamente escaleras en
plena persecución.
Por otra parte la película se rodó
principalmente en Europa, algo que después satisfizo a Blake Edwards, ya que
salió del ambiente “enrarecido” de Hollywood y consiguió que “le diera el aire”
durante el rodaje. Los exteriores y planos de situación se rodaron por una
parte en Cortina d´Ampezzo, un
pueblo de los Alpes italianos, destino turístico habitual para practicar
deportes de invierno que entonces aún era un pequeño pueblecito con mucho
encanto. El otro lugar donde se rodó principalmente fue Roma, algunas escenas en un edificio justo enfrente del Coliseo.
También se rodó una parte muy pequeña de exteriores y de planos de localización en París y en una calle de Hollywood.
En cambio los platós donde se rodaron las escenas interiores si que fueron
completamente italianos. Fueron nada más y nada menos que los espectaculares estudios Cinecittà, también en Roma, los que acogieron
el rodaje de estas escenas de la película. Así
pues ya tenemos un segundo elemento que condicionaba a los autores de la banda
sonora, la película recreaba un ambiente en el que se parodiaba amablemente a
la alta sociedad, a la jet set
internacional. Sus personajes representaban a personas de la realeza y la
nobleza, así como a gente rica y sus espacios de ocio. También otro elemento de
esta película era importante y novedoso en el cine de Edwards, la película transcurría
casi en su totalidad en un ambiente europeo, por lo que varios actores eran de
esa procedencia y por supuesto era necesario un letrista europeo para alguna de
las canciones compuestas para la peli, por lo que se recurrió además de “al de
casa”, Johnny Mercer, al italiano Franco Migliacci.
Otro elemento definidor de parte de la
banda sonora es la aparición de un nuevo personaje que traería cola: La Pantera Rosa. El que inicialmente
era el nombre del espectacular diamante que un ladrón profesional pretendía
robar, y daba título a la película, se convirtió improvisadamente en un
personaje de animación. Y no era una piedra preciosa, como todos ustedes saben,
sino un simpático felino de color… rosa. La idea
de crear un personaje de dibujos animados, que sería el protagonista de los
créditos, el trailer y algunos pequeños, pero decisivos, detalles del film, surgió estando el rodaje bien avanzado
y se encargó a la empresa de animación DePatie-Freeleng
Enterprises. Precisamente fue el primer trabajo importante para esta
empresa y el que les llevaría a ganar su único Oscar en 1964 por el
cortometraje de animación “The Pink Fink”
(18). Sí amigos, “The Pink Fink” es ESE episodio de los dibujos de La
Pantera, sí, sí, el mismo… (Si son ustedes más o menos de mi generación,
nacidos en los setenta, este corto tal vez haya marcado su infancia como fue mi
caso. En él La Pantera Rosa y un pintor se pelean por pintar una casa de color
azul (el pintor) o rosa (nuestra querida Pantera), todo sin decir ni pio, ¡¡¡GENIAL!!!). Pero volvamos a la banda sonora, la animación que contenía los créditos,
así como el trailer original que también incluyó partes de animación, tenían
que musicarse y el resultado fue uno de los swings
más conocidos de la historia del cine. No en vano Blake Edwards años después
llamaría a su felino personal, su gato, Henry.
Y para finalizar esta primera parte nos
falta hablar de lo más importante, la película en si misma, su hilo
argumental y la relación entre el director y los músicos encargados de componer
la banda sonora. No es nuestra intención, claro está, desvelarles el argumento
de la película, han de verla para ello, pero nos concedemos la licencia de
hablar de algunos elementos básicos para entender el trabajo de Mancini, Mercer
y Migliacci, así como de sus músicos. Blake Edwards hizo esta película en
Europa, firmando un contrato con la productora Mirisch Company que intermediaba entre él y los estudios United Artist. Este hecho le concedió
una mayor libertad, puesto que le permitía negociar directamente con la Mirisch
en lugar de hacerlo con los estudios, que eran más “duros de pelar". Esto, llevado al rodaje, se plasmó en que el director pudo hacer la película a “su manera” esto es, gustaba de rodearse de
un equipo de personas a las que conocía y con las que a menudo ya había trabajado
y en los que tenía total confianza. Casi todo estaba controlado, desde los
maquilladores y los peluqueros hasta los técnicos de sonido y fotografía
pasando por escenógrafos, coreógrafos, guionistas, supervisores de diálogos y todo el resto del equipo que incluía, por
supuesto, a los músicos. Aprovechando esta confianza que le daba trabajar con
gente probadamente competente y, empezando por los actores, Edwards
acostumbraba a dar un grado de libertad alto a su equipo técnico. Así, por
ejemplo, “copiaba” la técnica de Ernst Lubistch de filmar escenas en las que
parte de la acción sucedía “fuera de encuadre”, de manera que los actores se
veían menos encorsetados, puesto que parte de la acción transcurría fuera del
campo de enfoque de la cámara.
El guión fue escrito por el propio Blake
Edwards y Maurice Richlin. La película transcurre en buena parte en espacios
reducidos como habitaciones, un hotel, un bar, una habitación o una residencia,
con diálogos y sketches abundantes.
También aparecen algunas escenas de localización y también algunas escenas
rodadas en exteriores que, aunque no tan
abundantes, son de suma importancia para la película, en las pistas de esquí, en
las calles de Roma... El montaje de todo el material rodado dispuso la película
en diferentes bloques, principalmente divididos las siguientes partes: una
introducción, créditos presentados en animación, presentación de los
personajes, trama principal, pre-desenlace y desenlace final. El formato
elegido fue Panavision.
Blake Edwards acostumbraba a hablar en
privado con Henry Mancini para la realización de la banda sonora. Director y
músico se reunían y mantenían dialogos sobre lo que Edwards quería en la banda
sonora y en que lugar de la película sería conveniente ponerlo. Las palabras de Edwards ilustran como el
director planteaba el trabajo a su músico de confianza, Hank Mancini: “Haz lo que
quieras […] sabía que lo haría mucho mejor que yo […] me gustaba más que
cualquier otro músico disponible […] siempre me sorprendía y componía una
música increíble (19)”
Notas:
(1) La serie duró
tres temporadas, en un total de 114 episodios, entre 1958 y 1961 y narraba los
casos de un detective privado. Se emitió en las cadenas NBC (2 primeras
temporadas) ABC (tercera temporada). Recibió 8 nominaciones a los premios Emmy
en 1959. Véase: http://www.filmaffinity.com/es/film527804.html
(2) La fuente
consultada son los comentarios de Blake Edwards en los extras del DVD de la
película. Otras fuentes afirman que Edwards entraba a la peluquería de los
estudios, en lugar del comedor o que había resultado impresionado por el
trabajo de Mancini para la película de Orson
Welles, "Sed de Mal" (Touch of evil, 1958) y a raíz de esto
propuso a Mancini la composición del tema principal, así como la música
incidental de la serie. Sea como sea, casualidad o no, lo cierto es que desde
Sibarismusic nos alegramos mucho de que esto fuera así. Véase y confróntese : http://parejasdecine.blogsplot.com.es/2011/12/capitulo-7-henry-mancini-y-blake.html?m=1
; http://mycrosurcos.wordpress.com/tag/max-adkins/
y http://es.wikipedia.org/wiki/Henry_Mancini
(5) Max Adkins fue contratado en 1939 para dirigir la
orquesta del Stanley Theatre de Pittsburg. Intérprete de clarinete y saxofón, director y compositor, Mancini afirmaría sobre él en su autobiografía que había sido una de las
influencias más importantes en su carrera como músico, especialmente por el
“sistema único que este tenía para la enseñanza de los arreglos”. Parece ser
que Adkins sugirió al mismísimo Benny Goodman a Mancini como futuro arreglista
de su banda. Max Adkins murió muy joven a la edad de 43 años, en 1953. Véase: https://sites.google.com/site/pittsburghmusichistory/pittsburgh-music-story/composer-arrangers/max-adkins
y http://mycrosurcos.wordpress.com/tag/max-adkins/
(6) Glenn
Miller había fallecido en 1944 siendo sucedido al “mando” de la orquesta por el cantante y saxofonista Gordon “Tex”
Beneke, que había sido el “segundo” de Miller desde los años 30. Ver: http://mycrosurcos.wordpress.com/tag/max-adkins/
(7) Joseph
Gershenson (1904–1988): Músico de origen ruso, que trabajo como director y
supervisor musical para multitud de películas de los estudios Universal como “Sed
de Mal” (1958), “Espartaco” (1960) o “Noches en la Ciudad” (1969). Recibió dos
nominaciones a los Oscars en 1955 y 1968.Véase: http://www.imdb.com/name/nm0314829/
y http://es.wikipedia.org/wiki/Henry_Mancini
(8) Recomendamos
a nuestros estimados sibaritas visiten el blog mycrosurcos (http://mycrosurcos.wordpress.com/tag/max-adkins/ y http://mycrosurcos.wordpress.com/2013/02/07/henry-mancini-el-hombre-elegante-y-ii-travestismo-rosa-dos-en-la-carretera-y-henry-o-hank/
) donde encontrarán la primera y la
segunda, parte del artículo, en el que se ahonda en la vida y obra de Henry Mancini, titulado: Henry Mancini, el
hombre elegante tituladas respectivamente “De los Hijos de Italia a Río de Luna(I).” y “Travestismo Rosa, Dos en la Carrtera y Henry o Hank”(II).
(9) A partir
de este mormento Henry Mancini emprendió una carrera comercial paralela a su
carrera como conpositor de bandas sonoras editando álbumes con su orquesta.
Véase: http://mycrosurcos.wordpress.com/tag/henry-mancini/
(10) Otros
de los créditos principales de la película son:
Director de fotografía Philip Lathrop Asc.
Vestuario de Claudia Cardinale y Capucine:
Ives Saint Laurent.Director artístico Fernando Carrere
Decoradores: Reginald Allen, Jack Stevens, Arrigo Breschi
Maquilladores: Euclide Santoli, Michele Tremarchi
Peluquería: Amalia Paoletti
Edición: Ralph E. Winters.
Asistentes de Edición: Marshall M. Borden, David B. Zinnemann
Sonido: Alexander Millar
Editor Musical: Richard Carruth
Editor de Efectos de Sonido: Gilbert D. Marchant
Efectos especiales: Lee Zavitz
Supervisores de producción: Guy Luongo, Jack McEdward
Asistente de dirección: Octavio Oppo
Supervisor de guión: Betty Abbot
Asesor de diálogos: James Lanphier
Consultor de vestuario: William Theiss
Supervisor de vestuario: Annalisa Rocca
Créditos (animación): De Patie-Freleng Enterprises Inc.
Canción: “It hat better be tonight”: “Meglio Stasera”
Música: Henry Mancini
Letras en inglés: Johnny Mercer
Letras en italiano: Franco Migliacci
Saxo tenor solista: Plas Johnson
Productor asociado: Dick Crockett
Guión: Maurice Richlin y Blacke Edwards
Productor: Martin Jurow
Director: Blake Edwards
(11) Sobre
Migliacci véase: http://it.wikipedia.org/wiki/Franco_Migliacci
y http://www.francomigliacci.it/Franco_Migliacci.html
(12) Sobre
Plas Johnson véase: http://en.wikipedia.org/wiki/Plas_Johnson
(13) Existe un listado de miembros de la orquesta en: http://www.discogs.com/artist/Henry+Mancini+And+His+Orchestra
(14) Pronto
llegaría la segunda película de la serie que inauguró “La Pantera Rosa”,
concretamente en 1964 con el título de “El nuevo caso del inspector Clouseau”
( título Original “A Shot in the Dark”), también dirigida por
Blake Edwards, en la que Peter Sellers acabaría de perfilar al personaje de
Clouseau. Véase: http://es.wikipedia.org/wiki/El_nuevo_caso_del_inspector_Clouseau
(15) Sobre
el significado de la palabra glamour
véase: http://es.wikipedia.org/wiki/Glamour
(16) Realmente
David Niven, que tuvo una infancia bastante difícil era el hijo bastardo de un
aristócrata de “poca monta” y su amante, el político conservador sir Thomas
Comyn-Platt (Véase: Sáez, Rubén, “David Niven el hombre del bigote” en Esquire,, núm. 65, julio-agosto 2013,
pp.166-171.)
(17) Ava
Gadner era la actriz elegida en principio, pero no se llegó a un acuerdo entre
los productores y las demandas de la actriz. Véase: extras al DVD “La Pantera
Rosa”. Edición MGM- United Artist.
(18) DePatie-Freeleng
Enterprises surgió de la clausura del departamento de animación de Warner
Bross, Termite Terrace. Dos de sus animadores Isadore “Fritz” Freleng y David
Hudson DePatie decidieron fundar esta nueva empresa. Después de la animación
para la película realizaron "The Pink Fink", que fue el primero de los cortos de
animación de La Pantera Rosa. De Patie Freeleng Enterprises siguieron creando
dibujos animados para el cine y la televisión, siendo una de las
empresas más importantes del ramo en los años 70, junto con Hanna Barbera
Productions y Filmation Entertainment. Crearon varias series relacionadas con el
personaje de la Pantera Rosa entre las que destacan The Inspector y The Pink
Panther Show. En 1981 la compañía fue adquirida por Marvel Comics. Marvel la
vendió a Saban Entertainment Inc. a finales de los noventa y finalmente, en
2001, la adquirió The Walt Disney Company. Véase: http://es.wikipedia.org/wiki/DePatie-Freleng_Enterprises
y http://dfe.goldenagecartoons.com/
(19) Extraído
de los extras del DVD de la película en los (comentarios de Blake Edwards) Edición de la MGM- United
Artist, .
Fuentes:
Sáez, Rubén, “David
Niven el hombre del bigote” en Esquire,,
núm. 65, julio-agosto 2013, pp.166-171
Internet:
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